La educación virtual se ha convertido en algo cotidiano. Esto no lo sabíamos hasta hace dos años, pero quién diría que se convertiría en el día a día de los estudiantes. Y ellos, acostumbrados a las jornadas académicas, aún siguen preguntándose si esta seguirá siendo una modalidad permanente o tendrá algunas variaciones, ¿cómo será la interacción educativa del 2022?
Silvia Lavandera, directora del Centro de Excelencia en Enseñanza y Aprendizaje de UTEC, doctora en pedagogía y con más de una década de experiencia en educación virtual y presencial, nos comenta sobre las nuevas tendencias en el campo de la educación universitaria.
La educación ha cambiado totalmente desde el 2020. Un cambio que ha beneficiado a algunos y afectado a otros, ¿qué tipos de innovaciones en metodología se implementarán este 2022?, ¿habrá transformaciones o cambios en las aulas virtuales?
La transformación empezó el 16 de marzo de 2020 y continuará desde varios puntos de vista. Por ejemplo, desde la propia institución, que es quien debe liderar estas transformaciones; desde los proveedores, quienes nos ayudan a entender las tecnologías emergentes y nos damos cuenta de cómo han crecido y cómo han empoderado; y por supuesto, desde los profesores y estudiantes, dos públicos objetivos, quienes sufrieron una mayor transformación.
La transformación es en conjunto y de manera integrada, sino esta no funcionaría. A nivel de metodología hemos avanzado muchísimo. Hemos podido darle valor a ciertas metodologías virtuales, además de enfocarnos en los problemas de atención y de plagio. En la virtualidad uno tiene que luchar por crear pensadores críticos, capaces de crear y no únicamente crear personas que memoricen o que aprendan a hacer una tarea.
El mundo tenía una percepción medianamente negativa sobre la educación virtual, basando su juicio en la experiencia presencial y el fortalecimiento del networking. ¿Cómo ayudó la pandemia a cambiar esta percepción y qué experiencias positivas podemos rescatar después de casi dos años de pandemia?
El mayor ejemplo es el indicador de calidad. Nosotros, como UTEC, hemos superado este indicador en relación a los años de presencialidad, es decir, las encuestas de satisfacción del estudiante indican que están contentos y que nuestro sistema educativo brinda una calidad notoria.
Creo que el ver resultados positivos es lo que nos lleva a creer en la calidad de esta modalidad (virtual). Que por cierto, ya estaban en un top 5 en muchos países, pero en otros es la primera vez. Sobre todo porque hay que tener en cuenta el esfuerzo para aprender que hemos hecho en universidades que nacieron presenciales. Porque es otra historia la universidad que nació virtual, el resto hemos tenido que aprender. Por ejemplo, el docente, el estudiante y todas las áreas de gestión educativa aprendieron en conjunto y el resultado es lo que te anima a seguir.
Los estudiantes se han acostumbrados a recibir clases virtuales todas las semanas, ¿qué aprendizajes tenemos luego de dos años de digitalización?
El aprendizaje que tenemos es que el orden importa, el orden en la ruta de aprendizaje virtual es esencial y es algo que en UTEC se ha venido haciendo muy bien. El estudiante debe recibir la misma ruta de aprendizaje en todos sus cursos. Esto ayuda a que se ordene toda la gestión que él, de manera autónoma, tiene que hacer en la virtualidad.
El alumno nos ha enseñado que las clases largas son muy complicadas de seguir en la virtualidad y que quizá el gran reto es reducir las horas. Nos ha enseñado también, que es imprescindible que participe, es decir, que nosotros como docentes podamos ofrecer una metodología activa. Nos ha enseñado a que se quiere sentir motivado y enganchado, y para esto el docente, como líder educativo, tiene que manejar ciertas herramientas de interacción y gamificación.
Hay algo que quiero añadir, que es la importancia de los recursos de aprendizaje, poder brindar recursos de calidad. El alumno necesita todo ordenado y que le ayuden a organizar la información que se le va a explicar a lo largo de cada ciclo, incluso crear recursos digitales para la información del profesor y para explicar la nueva dinámica de la educación virtual.
¿Cómo se está preparando UTEC para el retorno a la educación presencial? ¿Han previsto apoyo para estudiantes que no residan actualmente en Lima?
El concepto aquí es la flexibilidad, según las disposiciones gubernamentales del Perú, que consisten en que la institución tiene que brindar la educación, presencial o virtual, para que el estudiante que no pueda ir a las aulas pueda recibirla virtualmente, ese es el gran apoyo. Entonces el alumno siempre va a tener durante el 2022 todas sus clases en directo y, por supuesto, posteriormente su grabación desde esta aula “del presente” que permite hacer este streaming, tanto en aula de teoría como en el laboratorio.
Adicionalmente UTEC preparó su primer curso de competencia digital gratuito y abierto para todos los estudiantes. Son tres cursos de competencia digital, siguiendo las disposiciones de la DIGCOMP, organismo a nivel mundial que rige las competencias digitales y cuán idóneo es una persona en este entorno (nivel 1, 2 y 3). Este curso es un apoyo gratuito y voluntario para todos los estudiantes, de pregrado y posgrado.
¿Qué expectativas tienen los profesores de UTEC para este regreso parcial a actividades presenciales?
Vamos a volver de manera híbrida. Aquí el gran desafío es que vamos a convertir sesiones de clases en streaming, dividido en dos grupos de estudiantes: grupo A y grupo B. El primero irá al aula equipada con toda la tecnología. Mientras sus otros compañeros del grupo B verán lo mismo, pero desde casa, siendo parte de estas sesiones.
Tenemos dos aulas equipadas con tecnología de punta que conforman una pizarra digital interactiva, una cámara y un micrófono ambiental. Los estudiantes podrán ver en un tamaño mayor que en la pantalla de su laptop. La cámara sigue el movimiento del profesor viéndolo en un plano abierto, ya no solo veremos su rostro. La naturaleza del docente es levantarse, moverse, andar y eso es lo que vamos a experimentar con alumnos en clase y en casa. Ese creo que es el gran reto que tienen los estudiantes y profesores de UTEC.
Hablando del retorno a la presencialidad, ¿qué desafíos les esperan a nuestros estudiantes, especialmente los nuevos ingresantes o aquellos que ingresaron al inicio de la pandemia? ¿Qué expectativas tienen hoy después de haber experimentado de primera mano la educación virtual?
Ese confort que han encontrado en la virtualidad, tanto los profesores como los estudiantes, va a ayudar, sin duda, a que podamos seguir avanzando de manera satisfactoria en otras modalidades como la híbrida. El desafío tecnológico ya ha sido superado por todos, ahora es hacerlo convivir de manera satisfactoria en un entorno combinado.
¿Cómo se expresarán? ¿cómo trabajarán en grupo? y sobre todo el desafío está en seguir usando y dándole el valor que tiene el campus virtual, porque siempre va a seguir con nosotros, es el espacio virtual de aprendizaje. A nivel institución y de data, todo está ahí-las evidencias- y estas nos ayudan a mejorar, tomar decisiones y llevar a cabo acciones de mejora ya que sin estas evidencias retrocederíamos años.
¿Cuál crees que será la preferencia de los alumnos en cuanto a la educación superior en un mundo pospandémico? (¿virtual al 100%, híbrida, presencial al 100%). Desde tu punto de vista, ¿qué factores podrían ser los más importantes en una decisión como esta?
Desde mi punto de vista, posgrado va a preferir un 100% virtual porque necesita combinar una vida laboral, académica y familiar, y la virtualidad te da esta flexibilidad. Una escuela de posgrado debe abrirse virtualmente, tanto para maestrías y educación continua. Ahí está Europa, que la mayoría de sus posgrados son virtuales y tienen encuentros quincenales.
Algo que se ha conseguido en UTEC es demostrar que la educación virtual que hacemos es de calidad. Las organizaciones que acreditan las carreras han abierto sus modalidades de acreditación a carreras virtuales y semipresenciales, eso ayuda a posicionar esa modalidad educativa en un alto nivel.
Hasta hace poco, la carrera de docencia universitaria no era bien vista en la sociedad peruana; sin embargo, cuando la pandemia llegó los docentes tuvieron un rol protagónico para que el mundo educativo continúe en movimiento y el conocimiento no se detuviera. Al 2022 ¿Cómo se percibe la labor de un docente universitario? ¿Se ha revalorizado la profesión frente a los ojos de la sociedad?
Yo creo que sí y considero que se tiene que seguir revalorizando. El valor de estas personas es crucial y gracias a ellos todos los peruanos han continuado formándose. Además de ello, los docentes forman a las personas que van a transformar y mejorar nuestro mundo. Yo no creo que haya una profesión más importante que esta. Pero soy consciente de que, no solo en el Perú, si no en todo el mundo, este valor ha ido cambiando. Y no es el mismo de hace 30 años.
Debemos seguir apoyando y valorando a nuestros docentes. Ahora ellos son guías del conocimiento que nos ayudan a convertirnos en profesionales pensantes y capaces de transformarnos. Yo creo que es el momento de que volvamos a dar el valor que tienen los docentes. Me atrevo a decir que han sido los grandes líderes y vencedores de esta pandemia. Gracias a ellos hemos podido desarrollar todas las clases universitarias y crecer en nuevos programas.
Siempre estás a la vanguardia con proyectos y eventos internacionales. En la actualidad es indispensable estar actualizada en el campo de las tecnologías educativas, ¿cuál crees que es el perfil ideal de los nuevos docentes pospandemia?
Es el nuevo docente preparado para formar líderes del siglo XXI, debe conocer todo lo que tenga que ver con metodología, pedagogía, alineación curricular pero, sobre todo, debe dominar esa hibridez, aquellas herramientas de evaluación y de interacción que lo ayudaran con esta metodología. Ya no estamos enseñando a memorizar, si no a pensar que puedan cambiar el mundo. Y para ello necesitamos un docente actualizado y que aprenda de manera continua y constante.