Negocios e innovación

Gestionar el presente para no comprometer el futuro de las organizaciones.

Publicado el 17 de Octubre de 2023

Redactado por: UTEC Posgrado

En el siglo XX, un negocio duraba en promedio 60 años. A inicios del 2000, ese número varió a un periodo de 30 años. Hoy, poco más de dos décadas después, los negocios logran mantenerse a flote alrededor de 15 años. “Solo existen 6 mil empresas en el mundo que tienen más de 200 años. El resto está en el constante nacer y morir del mundo de los negocios”, sostiene Gonzalo Indacochea, socio-director de la Academia de Liderazgo y Gestión del Cambio y experto de Programas para Empresas de UTEC Posgrado. ¿Qué revela esta data? Que las organizaciones deben reinventarse de manera oportuna para asegurar su supervivencia.

Esta reinvención encierra un concepto clave para hacerle frente a esa complejidad inherente al mundo de los negocios: la gestión del cambio, un enfoque del que se comenta bastante últimamente en la sala de reuniones de las organizaciones que están modificando la forma clásica de gestionar sus operaciones y su equipo de trabajo. “Gestión del cambio es adaptarse a lo que está ocurriendo y prepararse para lo que se viene”, ilustra Gonzalo.

Aunque suene contradictorio, presente y futuro son dos pilares básicos que explican la razón de ser de la gestión del cambio. Pese a que son opuestos, se complementan y constituyen la dualidad sobre la que se sostiene la adaptabilidad en el contexto de las organizaciones. Dicho de otra forma, gestionar el cambio es tener un pie en el presente y el otro en el futuro. Poner en marcha esa adaptabilidad implica hilar fino para entenderla en toda su dimensión y saber cómo ejecutarla.

Primero, hay que entender que la gestión del cambio tiene diferentes estadíos. En el inicial, hay que adaptarse rápidamente. En la segunda fase se debe liderar esa implementación a todo nivel: en la estrategia, en la cultura, en las operaciones para que, luego, impacte en los resultados. Cuando ya está implementado, en una tercera etapa, hay que gestionar el cambio. Hasta este punto, la secuencia es “me adapto, lidero y gestiono”. La cuarta fase es la que cierra el ciclo y se enfoca en anticiparse a lo que depara el futuro para adaptarse a tiempo. “Durante la gestión hay que saber leer rápidamente qué se puede venir más adelante y que esos cambios no tomen por sorpresa a la organización”, manifiesta el experto de UTEC Posgrado.

Esta implementación de la gestión del cambio será exitosa en la medida que se logre un coeficiente de adaptabilidad, un factor constante que permita replicar el ciclo las veces que la organización lo necesite para no caer en el agujero negro de las empresas que se extinguen. Es decir, siempre. Ahora, el desafío está en cómo lograr una gestión efectiva del presente sin descuidar el futuro.

Gonzálo enumera algunas prácticas de gran importancia que las organizaciones deben implementar para alcanzar esa gestión del cambio a cabalidad, como definir una aspiración de crecimiento que conecte emocionalmente con la cultura de la organización y enfocar la estrategia futura como un diálogo con el consumidor. Aquí cabe recordar, como diría el reconocido consultor de negocios Peter Drucker, que una empresa existe porque existe un cliente.

Por último, es mandatoria la disciplina para adaptarse al presente y prepararse para los cambios futuros. “Sin disciplina no hay gestión del cambio”, concluye el experto. Ese hábito que necesitan adquirir los líderes para trasladarla a sus equipos y organizaciones, y lograr así una verdadera gestión del cambio, las puedes adquirir de la mano de los Programas para Empresas de UTEC Posgrado. Desde el 2015, intervenimos en 278 organizaciones para sumar valor y hemos comprobado cómo la adopción de la gestión del cambio impacta en el negocio, su cultura y sus procesos. Empieza ahora la transformación de tu organización.